PRUEBO UNA CAMA KING SIZE

Yo suelo dormir en una pequeña cama. Alguna vez la veis en el comunicado. Se trata de un cajón al lado de la cama de mi dueño al que le ponemos una almohada grande que hace de colchón. Luego mi almohada amarilla y una sábana (una manta cuando es invierno). Y así suelo dormir. De todas formas a mí me gustan más las camas grandes y cuando mi dueño se va a trabajar, me cambio de cama y me pongo a seguir durmiendo en la suya. Puedo dar vueltas, a un lado, al otro… alguna vez duermo con mi dueño, pero no es lo mismo, al final él siempre se enfada, porque le doy patadas y hocikazos por las noches. Aunque yo duermo a las mil maravillas.
Tamaños de cama hay mucho, está la talla Travis (mi cajón), la cama Twin, o sea, la de una plaza, la cama full, es de dos plazas y mide unos 160 cm de ancho, la Queen, también de dos plazas pero más ancha, unos 180cm y luego está la King (King size), de dos plazas también pero de unos 2 metros por 2 metros.
Esta última cama, he tenido la suerte de probarla hace muy poco.
Lo primero cuando me puse en la cama, es dar volteretas, y rodar por sobre de ella. Que gozada, nunca se terminaba de dar volteretas allí. Jejeje. Todo un lujo para un osito como yo.
Pero pronto, me empecé a sentir muy solo, muy pequeño. Yo no soy pequeño, pero la cama era tan grande que me hacía sentir como tal. Y la sensación no me gustaba.
Opté por coger una almohada, y la puse de forma que dividía la cama en dos. Algo así como una frontera. Pero el hecho de sentir que la cama era grande, pero no tan grande como al principio me hacía sentir mejor. Era lo suficientemente grande para estar sentado, ver la tele y tener a minitravis en la cama y no estar estrecho. Y así estuve un buen rato, cotilleando el facebook y viendo la programación de noche de un sábado, muy aburrida por cierto.
Al final me entró sueño y quedé dormido en la cama King size al estilo travis.
Dormí como un tronco. Cuando me desperté, la almohada delimitadora había desaparecido y estaba mi dueño dormido allí. Había llegado por la noche y no lo había oído. Me di la vuelta, lo tapé con la sábana, le di un hociquito y seguí durmiendo.

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