5/02/2011
A todas las madres que leen mi comunicado… “FELICIDADES”. Aquí en España ayer se celebró el día de la Madre.
Como echo de menos mi familia y muy especialmente a mi mami. Ya hace unos cuantos años que me marché de mi pequeño pueblecito y ahora… no me arrepiento. Las experiencias que he tenido estos años han sido positivas y he aprendido mucho, pero lo malo es que no tengo manera de poder comunicarme con ellos. Está tan lejos y tan aislado que no hay teléfono, no hay correo y tampoco hay internet. Y por supuesto ahora ellos tampoco saben dónde estoy. Seguro que estarán un poco preocupados. La verdad es que ahora mismo no se me ocurre como poderles mandarle un mensaje. Tendré que esforzarme un poco más por si se me ocurre alguna idea. Tener a Karel estas pasadas semanas fue como acercar un poco más mi hogar aquí, pero al irse me ha entrado un poco de morriña y más ayer que era el día de la madre. En ese día yo solía salir al bosque que había al lado de mi pueblecito y buscaba una planta muy chula. La trasplantaba a una maceta y luego la envolvía y se la regalaba a mi madre.
De todas formas, aquí en Reus estoy muy bien, y tengo que decir que la familia que me ha acogido es fantástica. Tanto es así, que la madre de mi dueño, muchas veces se porta como una mamá conmigo. Me cuida, me arregla la ropa, me compra cositas…. También es cierto que muchas veces me riñe, pero siempre me lo merezco, y es que me riñe porque se preocupa por mí. Así que en estos pensamientos estaba ayer por la mañana cuando decidí que le haría un regalito para el día de la madre. Muy al estilo de los que solía hacer a mi madre.
Aquí en la ciudad bosques para ir a buscar plantas no tenemos, y coger una planta de un parque público… no era muy buena idea. Así que aproveché que algunos gardens abren los domingos por la mañana. Me vestí, preparé mi coche, cogí la tarjeta de crédito de mi dueño y rumbo al garden. Estaba lleno de plantitas chulas. Al final después de dar muchas vueltas, opté por comprar una composición de flores secas, unas rosas mini y un clavel de moro grande.
Busque por casa papel de celofán y unos lazos y envolví los 3 regalitos tan bien como supe.
Estaban muy bien, pero les faltaba algún detallito. Así que en una maceta puse un gracioso molinillo de viento, en otra un corazón y en la composición de flores secas una pizarrita con mi nombre.
Ahora sí que es un regalo chulo. Cuando se lo regale se quedó sorprendida. No se lo esperaba y estuvo muy contenta. Me dio un gran abrazo y un beso. Solo con eso me hizo sentir feliz. Que feliz día de la madre.
