Hola amigos. La semana pasada me olvide de desearos un buen fin de semana, así que espero que me perdonéis y que hayáis tenido un buen fin de semana.
Yo como ya os adelanté tenía una calçotada en mi masía. Yo solo estaba encargado de la salsa, así que de toda la preparación posterior solo fuí un mero espectador. Eso no quita que hiciera fotos para vosotros.
Para aquellos que no sepan lo que es explicarles que la calçotada es una comida típica de la región occidental de Cataluña; originaria de Valls, en la comarca del Alt Camp, en las últimas décadas se ha extendido y puede degustarse en casi cualquier parte de la comunidad durante el final del invierno y comienzos de la primavera; los calçots, una variedad de cebolletas especialmente cultivada para este propósito, se asan directamente sobre brasas de sarmientos y se comen con la mano, aderezados con salsa, como ya os expliqué el viernes. Mientras tanto, las brasas se aprovechan para asar carnes o embutidos para el segundo plato.
Cocidos en su punto, la capa exterior de los calçots se calcina, dejando el interior tierno y cremoso. Tradicionalmente se llevan a la mesa sobre una teja de barro o se empaquetan con papel de periódico, que ayudan a conservarlos calientes. Para comerlos se arranca la capa carbonizada con las manos, eso hace inevitable mancharse las manos, eso como mínimo, porque con las manos nos vamos manchando más, y a todo esto sumarle que los calçots una vez pelados se mojan en la salsa, así que del plato a la boca seguro que si no tienes práctica te vuelves a manchurrear, así que siempre es mejor ponerse un babero para esta ocasión.
Como veis en la foto, yo salí bastante digno de la operación calçot, y solo me manché un poquito con la parte quemada del calçot.
Luego para ya pasamos al segundo plato, eso sí, habiendo pasado antes a lavarse las manos y patitas.
El segundo plato fue muy tradicional, “botifarra amb mongetes” y carne a la brasa.
Y de postre macedonia de fruta y trajeron una especie de pastel de manzana, que ya me enteré como se hace, y algún día os lo explicare, eso sí, dejadme unos días para que pueda practicar.
Y esa fue la calçotada, buen humor, buena compañía y así pasó la tarde del domingo en familia. También hubo tiempo para visitar a mis gallinitas, dar una vuelta por el huerto y claro, hice fotos, durante la semana ya os las pondré.
Un besito y hociquitos para todos.
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