THYMUS VULGARIS.

Bueno, ya con la ropa limpita y oliendo bien, de momento no han vuelto a sacar el tema del baño, mejor, que dure así.

Como os comentaba el otro día, prometí enseñaros más cosas de la masía. Hoy voy a hablaros del tomillo, nombre científico Thymus vulgaris (Jejeje, ya veis como me lo curro, hasta he buscado en la enciclopedia como se llama), mi dueño también le llama “farigola”, que es como se llama esta planta en Cataluña.

El tomillo es una planta de tallo leñoso, poca altura y es perenne, para que no tengáis que buscarlo en la enciclopedia os diré que quiere decir que son plantas que germinan, florecen y mueren dentro de un año. Es mucho más complejo, pero tampoco esto es una lección magistral de botánica, ¿no?

A ver si os fijais bien en la foto... hay un pequeño intruso, jijiji.

Lo que más destaca de esta planta no es su belleza, más bien es su olor. Ya que sus hojas poseen sustancias aromáticas. Cachis… ahora que lo he buscado, me podría haber frotado en la planta, así no habría olido a humo. Bueno retomo el tema, debida a esta característica el principal uso del tomillo es dar sabor a carnes, sopas y guisos en general y muy típica de la cocina mediterránea. Aquí en España es muy típica en Cataluña “La sopa de farigola”, en Extremadura para realizar adobos para la carne, es lo que más conozco, a ver mi dueño es catalán y mis, mis,.. No sé cómo llamarlos,… “¿mis casi abuelos?” son de origen extremeño. Ah… mi dueño me está chivando que también es una de las plantas que forman parte del aderezo conocido como “hierbas provenzales”.

Otra propiedad muy característica es que es un buen antiséptico (no me puedo creer que haya escrito bien esta palabra), vamos que es una cosa que desinfecta, como heridas en la piel o incluso llagas. También tomado como infusión va bien para la laringitis, bronquitis y como antiinflamatorio.

Así que ya veis que completa que es esta plantita. Por eso en casa siempre procuramos tener. Ahora estamos en la época que está en flor, y es cuando se debe coger, dejar secar y luego las podemos tener guardadas en botes todo el año e ir utilizándola. Mmmm. Ahora cuando escribo esto casi es la hora de cenar… y me está apeteciendo un buen “entrecot” aderezado con hierbas provenzales, riquisísimo.

Hociquitos y hasta mañana.

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