VISITANDO LA MASÍA DE UNOS FAMILIARES

Después de la excursión que os explicaba ayer, fuimos a visitar a unos familiares. Me encanta ir a esa casa, porque es como ir a nuestra masía. Está llena de plantas, arboles, animalitos… y ya es raro que nunca os lo haya enseñado por el comunicado. Así que hoy os haré un pequeño tour.
Primera parada, los cactus. Es como volver a la casa de mi aldea natal. En mi casa, lo he contado alguna vez, tenía una zona del jardín donde se solo había cactus. Aquí es igual. Me encantan.
Hay más cosas que me recuerdan a mi aldea, como por ejemplo el lavadero. Jejeje. Antiguamente se utilizaba para lavar la ropa a mano. Pero en mi casa, aunque lo teníamos prácticamente no lo usábamos. Por comodidad utilizábamos la lavadora. Aquí también usan la lavadora, pero según que prendas de ropa aún las lavan aquí.
 También tienen una balsa redonda muy chula, sirve para regar todas las plantas del terreno, pero en verano también se aprovecha para bañarse. Es bastante grande, y sentado allí al lado del surtidor del agua… pues no creáis, soy muy valiente pero tanta agua junta en un mismo sitio me da mucho respeto. Así que me dispuse a bajar, cuando veo un montón de pececitos que vinieron a saludarme. Que majos. Como tenía unas migas de pan en el bolsillo se las di. Las devoraron en un santiamén.
Y alrededor de la balsa está el huerto. Hay muchas cosas plantadas, pero no os las voy a enseñar todas. Jejeje. Necesitaría un comunicado extra largo para poder hacerlo.
Alubias, aún muy chiquitinas, el día antes les habían puesto esas cañas, para que así, cuando vayan creciendo se irán enramando.
¿Os habéis fijado en esos pañuelos de colores que hay detrás de mí? Sirven para auyentar a los pajaros que quieren comerse las verduras. Pero lo curioso no es eso, si no lo que realmente es. Cuando los vi, los reconocí al momento. Son banderas de oración tibetanas. Cada bandera tiene dibujado un caballo central, rodeado de mantras y plegarias, escritas, que se exponen al exterior, para que el viento las reparta en su recorrido.
Tradicionalmente son de cinco colores, que van en el siguiente orden:
azul, blanco, rojo, verde y amarillo.
Blanco para las obstrucciones y los obstáculos
Amarillo para la longevidad
Rojo para la energía
Azul y Verde para la actividad.
A su vez Los cinco colores tradicionales representan las cinco familias de Buddha y los cinco 5 elementos. Azul-espacio, Blanco-agua, Rojo-fuego, Verde-aire y el viento, Amarillo-tierra.
Es muy original el uso que le han dado a estas banderas. A la vez de práctico es muy bonito ver esto en el huerto.
Aquí hay tomate, jejeje. Aunque la mayoría están verdes, si os fijáis en la foto, ya hay alguno bien rojo que se podía coger.
Melocotones. Mmmm. Están al punto y que buena pinta tienen.
Igual que las manzanas. Que rojas y apetitosas están.
Y cuantos puerros hay. Según me comentaron tenían muchos y era muy posible que se estropearan. Así que me dijeron que si me gustaban podía coger unos cuantos.
Dicho y hecho. Cavé un poco y cogí unos cuantos. Jejeje. Seguro que alguna cosa deliciosa haría con ellos. La verdad es que ya lo tengo muy decidido lo que haré con ellos. Mañana os lo contaré.
Pues nada amigos míos, os dejo ya, pero antes os enseño una última foto, una rosa de color naranja. Porque no solo tienen verduras y frutas, también tienen conejitos, gallinitas, perros y naturalmente plantas y flores estupendas.
Un hociquito.





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