Hoy Mini y yo nos hemos levantado con mucho
sueño, ayer fuimos a dormir muy tarde. Fuimos a ver la película de Star Wars
Rogue One. Y estábamos tan entretenidos y nos gustó tanto que nos fuimos a
dormir muy tarde.
Pero nuestra tarea nos llama. Así que ya
delante del calendario de adviento hemos abierto la puertecita número 16. Y
como siempre ahí estaba la nota.
Hola pequeñajos.Hoy os toca una tarea un poco diferente de las habituales. Recordad que estaba viniendo, y esta mañana hacia tan mal tiempo que me he tenido que refugiar y con la poca visibilidad que había me he perdido. En la nota podréis ver un mapa de mi trayecto y marcada con un circulo la última posición en la que he estado antes de perderme. Necesito la ayuda de la patrulla peluche.
Os espero aquí.El Tió de Nadal
¡Oh! Pobrete Tió de Nadal… necesita nuestra
ayuda. Corre Mini, tenemos que ayudar a nuestro Tió.
En poco más de media hora hemos llegado donde
nos indicaba el Tió, para optimizar nuestros recursos, nos hemos separado. Como
no sabíamos la dirección, iríamos peinando la zona, en busca de algún rastro o
pista que hubiera dejado nuestro amigo.
Es una suerte que viniera Mini, es un Beagle, un gran perro de caza y por lo tanto muy buen rastreador. Seguro que lo encontramos fácilmente.
Es una suerte que viniera Mini, es un Beagle, un gran perro de caza y por lo tanto muy buen rastreador. Seguro que lo encontramos fácilmente.
Hemos estado por toda la zona, mirando cada centímetro,
cada madriguera.
Mini ha terminado con el hociquito sucio, y yo
tenía mucho cansancio acumulado, pero hemos aguantado como buenos patrullos.
Cuando nos hemos dado cuenta empezaba a ponerse el sol, por lo que teníamos que dar por terminada la búsqueda.
Cuando nos hemos dado cuenta empezaba a ponerse el sol, por lo que teníamos que dar por terminada la búsqueda.
No habíamos encontrado rastro de nuestro Tió
de Nadal.
Nuestra única esperanza es que hubiera
encontrado el camino y ya estuviera en casa, sano y salvo.
Así que un poco tristes hemos vuelto a casa. Y
allí… no estaba. Hemos perdido el Tió de Nadal.
No sabemos qué hacer. Vamos a esperar mañana y
a ver si nos da alguna pista más de donde está en la nota del calendario de
adviento de mañana.
Un hociquito preocupado
Continuará
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